jueves, 13 de junio de 2013

¿Se puede saber ser maestro antes de ser maestro?
Esta es una interesante pregunta que podemos plantearnos tanto las personas que nos dedicamos al mundo de la educación, ya sea trabajando como docente o formándose para ello, como toda la sociedad en general.
Para ser maestro, o para saber ser maestro se supone que hay que tener un título que te otorgan una vez acabado el grado en la facultad. Pero en estos cuatro años que dura ahora este proceso de formación no se aprende a ser maestro y estar preparado para ello cuando se acaban estos cuatro años. Durante este período de tiempo la facultad te proporciona unas bases teóricas y unos conocimientos generales sobre la escuela, el entorno que le rodea,… pero aquí no es realmente cuando comienzas a saber ser maestro. Tras haber entrevistado a Fernando Trujillo entre otros docentes asistentes al #EABE13 afirman que la asistencia a la facultad y los conocimientos adquiridos durante el tiempo que pasamos en ella son muy importantes para consolidar nuestra base como futuros maestros, pero es después de estos cuatro años y una vez que comienzas a trabajar como maestro y estás en contacto con los niños, la escuela y las familias cuando comienzas a aprender de la realidad que vives y la experiencia que te proporciona el trabajar como maestro. Es a partir de este momento cuando realmente aprendes el oficio y las responsabilidades que conlleva.

No obstante hay personas que sin dedicarse profesionalmente al mundo de la educación saben actuar como maestros, pues tienen buena capacidad de reaccionar ante diferentes situaciones con los niños, tienen empatía, capacidad para transmitir,… y que posiblemente emplearían métodos que un maestro con un título otorgado no emplearía y que sin embargo resultarían más efectivos. Por lo tanto para saber ser maestro es necesario asentar unas bases teóricas que proporciona la facultad durante el período de formación, pero por otra parte, es fundamental una disposición cambiante y con capacidad adaptativa a diferentes situaciones por parte de cualquier persona que se dedique al mundo de la educación.   
¿En qué consiste crear las mejores condiciones para que el alumno aprenda?
Para encontrar las mejores condiciones para que se produzca aprendizaje en el alumno, hay que comenzar a salir del modelo tradicional de enseñanza-aprendizaje. Modelo en el que el maestro se basa en el libro como principal recurso para instruir a sus alumnos en el tema abordado. Este modelo hace que el alumno llegue a aburrirse más en las clases porque adquiere un papel prácticamente pasivo por el que el maestro explica y transmite los conceptos del libro mientras que el alumno se limita únicamente a escuchar y a interiorizar esos conceptos para posteriormente plasmarlos en el examen, sin dar posibilidad a una construcción del conocimiento a través de la investigación y así participar activamente en la adquisición de sus conocimientos. Así se fomenta un aprendizaje individual y orientado a la competencia.
Una de las alternativas a este modelo tradicional es la enseñanza por proyectos, mediante el cual, el maestro tiene un papel de guía del alumno en su aprendizaje y los alumnos son los encargados de construir su propio aprendizaje investigando y representando su conocimiento de diversas formas. Este método involucra a maestros y alumnos con el fin de compartir y distribuir esos conocimientos. Con este método se fomenta también el uso de nuevas tecnologías aplicadas al campo de la educación, como ordenadores, medios audiovisuales,… y así se consigue despertar curiosidad y entusiasmo por parte del niño para que indague en su aprendizaje.
En definitiva, hay que ir deshaciéndose en gran parte de los métodos tradicionales que son menos efectivos en el aprendizaje del alumno, sobre todo a largo plazo. Mientras que los métodos más innovadores y que hacen partícipe al alumno de su propio aprendizaje y lo construyen por ellos mismos favorecen el aprendizaje más a largo plazo, y al interesarse el alumno por ello sería que desemboque con más facilidad en fracaso escolar.


jueves, 18 de abril de 2013


TRAS EL EABE13
EABE13 comienza para mí cuando el profesor de didáctica, Miguel Sola nos manda el primer proyecto de tarea, ¿qué escuela queremos para la sociedad en la que vivimos?  Nuestro entrevistado fue Paco Fernández, profesor del IES Sierra Nevada. Cuando terminamos de hacer la entrevista nos comentó algo sobre el EABE13, pero ninguno sabíamos lo que era, así que nos lo explicó. Nos dijo que se lo comentásemos a Miguel y así fue. Pero al no haber plazas suficientes como para que fueran más de unas cinco o seis personas, nos encargó a nosotros el trabajo de ir, y hacer algunas entrevistas, informarnos, trabajar y disfrutar de este encuentro.
Para mí ha sido una experiencia enriquecedora, pues al contar allí con tanta diversidad de profesores, maestros, algunos alumnos, etc… permite un intercambio de información y opiniones bastante interesantes y una de las que más me llamó la atención fue la de otra posible manera de evaluar, aunque para eso hay que seguir luchando porque la sociedad de hoy día aún no está preparada para un cambio tan brutal como puede ser la menor importancia de los exámenes en la calificación o incluso prescindir de ellos. Este es algunos de los temas tratados allí, entre otros como el aprendizaje con juegos, las redes de convivencia familia-escuela, flipped learning, etc… bastante interesantes.
Así que animo a cualquier persona interesada en la educación a participar, y si puede ser repetiremos en el EABE14. Creo que poco a poco, si todos nos implicamos en este aspecto, quizás se pueda luchar contra el sistema educativo e ir cambiando un poco las cosas hacia mejor.

martes, 12 de marzo de 2013

NI MÁS, NI MENOS
Después de un tiempo, algunas clases y parándome un momento a pensar sobre las funciones que tiene la escuela hoy día y las que debería desempeñar realmente, pienso que la escuela es un lugar donde se acude meramente para inculcar conocimientos en los alumnos e ir construyendo en ellos un futuro a gusto de los que ocupan el poder.
Es realmente curioso como el gobierno influye de manera tan poderosa en el campo educativo en cuanto a horario y materias insertas en el currículo, cuando son los propios niños y maestros cercanos a ellos los que tienen el privilegio de vivir desde su experiencia lo que realmente consideran, o no, importante en la educación de un niño. Resulta verdaderamente chocante el hecho de que un niño de 3 años comience su estancia en la escuela y hasta los cinco años que terminan preescolar comienzan a impartirles conocimientos como si no diera tiempo a lo largo de todo el desarrollo de ese niño hasta que alcanza los dieciséis o dieciocho años aproximadamente. 
Es verdaderamente lamentable que en la mayoría de las escuelas de este país el maestro solo se limite a instruir el conocimiento intelectual dejando aparcados los valores morales y una serie de principios que permitan al niño formarse como persona y no haciendo de éste prácticamente un ser lleno de conocimientos matemáticos, históricos, etc... que olvida a corto plazo relativamente y sin embargo no sepa desenvolverse en un tipo de situaciones de una forma adecuada como puede ser una discusión. Solo habría que ver el caso de  Finlandia donde los niños no comienzan la escuela hasta los siete años, y no por ello los niños son analfabetos o más torpe que los españoles, al contrario, hay una tasa de fracaso escolar menor que la española. 
Es difícil cambiar el sistema educativo así porque sí, pero entre todos podemos hacer de la escuela un espacio donde el niño no se sienta incómodo, se sienta a gusto y su relación con los iguales permita formarlo a su vez como persona. Así a aquellos niños que su entorno no les resulta favorable para educarse por problemas familiares, culturales o el que sea, la escuela ocuparía ese lugar permitiendo formar al niño de una manera equitativa a los demás y no apartarlo de la sociedad conduciéndolo al fracaso y a la parte que queremos desechar de la población. Para mí ese es el verdadero sentido de la escuela, que aparte del material curricular sea capaz de formar personas felices y con criterio que les permita ser más independientes tanto como los que tienen más recursos, como los que no. NI MÁS, NI MENOS.